¿Por qué Chile se quedó estancado en la incorporación de nuevas vacunas?

En el último Congreso Latinoamericano de Infectología Pediátrica, en Ecuador, el doctor Miguel O’Ryan recibió la misma pregunta que le han hecho en otras reuniones en Europa, Asia y ??frica: ¿Por qué Chile se quedó estancado en la incorporación de nuevas vacunas?

Hasta mediados de los 90, el país era considerado un ejemplo en esta materia en Latinoamérica. «Lamentablemente, y por razones que son difíciles de entender, durante los últimos tres gobiernos, incluyendo el presidido por una médico pediatra, el análisis e incorporación de un número importante de nuevas vacunas ha sido ínfimo: de líderes pasamos a los últimos lugares del continente», lamenta el especialista.

Dedicado por más de 20 años a la investigación en el área -lideró el estudio de la vacuna contra el rotavirus en América-, y miembro del comité asesor del Ministerio del Salud, O’Ryan estima que se debe mejorar esta situación «porque los niños, primordialmente los más pobres, no pueden seguir esperando».

-¿Por qué se produjo este atraso?

«La respuesta es una sola: no se le ha dado la prioridad que merece. El Minsal no tiene una estrategia y un esquema de análisis definido, y eso es lo que estamos clamando los especialistas del área. Tampoco ha habido voluntad para reestructurar el comité asesor de vacunas».

-¿Qué mejoras requiere ese comité asesor en vacunas?

«Lo ideal es contar con un comité representativo, con autonomía, ojalá independiente del gobierno; que analice de manera periódica la seguridad y eficacia de nuevas vacunas y vaya haciendo recomendaciones. En Chile, el subsecretario de Salud es quien toma la decisión de incorporar una nueva vacuna. Lo que pedimos es que esto no sea una decisión individual».

Durante el Curso Vacunas para el Bicentenario, realizado en julio, la subsecretaria Jeannette Vega reconoció un retraso en esta materia y anunció la incorporación de la vacuna contra el neumococo para el próximo año, siempre que la vacuna contra la nueva influenza no se lleve todo el presupuesto.

«Eso demuestra que no hay una estrategia real. Las vacunas no tienen que competir entre ellas; si hay dos que demuestran ser importantes y costoefectivas, tenemos que incorporarlas. Países más pobres que nosotros lo están haciendo, como Costa Rica, Panamá, Venezuela e incluso Perú».

-¿Cuáles vacunas debieran ser incorporadas?

«Sería bueno considerar la del neumococo conjugado, rotavirus, varicela, hepatitis A y la del virus papiloma humano. La última gran incorporación fue la vacuna contra la hemophilus influenza, ¡en 1996!».

A su juicio, esto permitiría terminar con la desigualdad en el acceso. «Hoy estas vacunas sí las usan quienes pueden pagar por ellas. Lo ideal es que estén disponibles para todos».

Fuente: El Mercurio 11-09-09