Conversando con un experto sobre nutrición infantil nos informó que la importancia de las vitaminas y minerales que consumen los niños va cambiando a medida que van creciendo, esto se debe a que la alimentación se vuelve cada vez más variada.
Desde los 0 – 12 meses el enfoque para el desarrollo del bebé debe estar en el calcio, fósforo, hierro, zinc y vitamina D.
Desde los 12 – 24 meses se deben potenciar el calcio, fósforo, hierro y zinc.
En la etapa preescolar, escolar y adolescente, se debe poner especial atención al calcio, hierro y zinc.
Esta es la principal razón por la cual debemos incluir todo tipo de alimentos, siempre y cuando no existan condiciones como alergias o intolerancias que prohíban cierto tipo de comidas.
Hay que tener en mente una alimentación variada y balanceada entre los nutrientes y además, en cantidades adecuadas para que el individuo sea capaz de mantenerse saludable.