Recomendaciones para protegerse de la ola de calor

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Las altas temperaturas registradas en la zona central de Chile pueden causar diversos problemas a muchos chilenos y chilenas. Ante esta situación, el Ministerio de Salud entrega una serie de recomendaciones para protegerse de esta ola de calor. Son diversos los factores que afectan la capacidad del cuerpo para mantenerse fresco durante los días de calor, como por ejemplo cuando la humedad es alta, el sudor no se evapora con suficiente rapidez, lo que impide que el cuerpo libere el calor rápidamente.

Otras condiciones relacionadas con el riesgo incluyen la edad, obesidad, fiebre, deshidratación, enfermedades del corazón, enfermedad mental, mala circulación y quemaduras de sol.

Para proteger su salud cuando las temperaturas son extremadamente altas, recuerde mantenerse fresco y seguir los siguientes consejos:

Beba líquidos en abundancia: Durante las temporadas de mucho calor, debe ingerir más líquidos, independientemente de su nivel de actividad. No espere a tener sed para beber. Si realiza ejercicios intensos en un ambiente caluroso, beba de dos a cuatro vasos de líquidos frescos cada hora. No beba líquidos que contengan cafeína, alcohol o grandes cantidades de azúcar, pues en realidad le hacen perder más líquido corporal. Además, evite las bebidas muy frías porque pueden causar calambres estomacales.

Reponga sales y minerales: La sudoración excesiva hace que el cuerpo pierda sales y minerales. Estos elementos son necesarios para su organismo, por lo que debe reponerlos. Si tiene que hacer ejercicios, tome de dos a cuatro vasos de líquidos fríos sin alcohol cada hora. Las bebidas deportivas pueden reponer las sales y los minerales que pierde al sudar. Sin embargo, si usted mantiene una dieta baja en sal, hable con su médico antes de tomar bebidas deportivas o pastillas de sal.

Use ropa adecuada y protector solar: Vístase lo más ligero posible cuando esté en casa. Prefiera ropa holgada, ligera y de colores claros. Las quemaduras solares reducen la capacidad del cuerpo para enfriarse y hacen que pierda líquido. También producen dolor y daños a la piel. Si necesita salir, protéjase del sol llevando puesto un sombrero de ala ancha (que también lo mantiene más fresco) y anteojos de sol y aplíquese protector solar de Factor 15 o más, 30 minutos antes de salir.

Planifique cuidadosamente las actividades al aire libre: Si necesita estar afuera, trate de limitar sus actividades a las horas de la mañana y del atardecer. Trate de descansar a la sombra de manera que su termostato corporal tenga la oportunidad de recuperarse.

Vigile a los más susceptibles: Aún cuando cualquier persona puede sufrir en cualquier momento una enfermedad relacionada con el calor, algunas de ellas son más susceptibles que otras. Los bebés y los niños de hasta cuatro años de edad son sensibles a los efectos de las altas temperaturas y necesitan que otros les regulen el ambiente y suministren suficientes líquidos. Las personas de 65 años de edad en adelante no pueden compensar el estrés por calor de manera eficaz y puede que sientan menos los cambios de temperatura y no reaccionen. Es probable que las personas con sobrepeso sean propensas a enfermarse por calor debido a su tendencia a retener más calor corporal. Las personas que se ejercitan o trabajan demasiado pueden deshidratarse y ser susceptibles a enfermarse por calor. El calor extremo puede afectar a las personas que tienen una enfermedad física, especialmente una afección cardiaca o hipertensión arterial, o las que toman ciertos medicamentos, tales como antidepresivos o medicinas contra el insomnio, o tienen problemas de circulación. Visite a los adultos expuestos a mayor riesgo al menos dos veces al día y observe cuidadosamente si presentan síntomas de agotamiento por calor o golpe de calor. Los bebés y los niños pequeños, por supuesto, deben ser observados con mayor frecuencia.

Recuerde:

Evite las comidas calientes y pesadas, pues aumentan el calor corporal.

Beba en abundancia y reponga las sales y los minerales en su cuerpo.

Vista a los bebés y niños con ropa fresca y holgada y cúbrales la cabeza y la cara con un sombrero o una sombrilla.

Limite la exposición al sol en las horas de medio día y en sitios expuestos a mucho sol, como las playas.

No deje a los bebés, niños ni adultos mayores en un automóvil estacionado al sol.

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